sábado, 25 de noviembre de 2017

Este 25 de noviembre


Entre los países de América Latina, México es uno de los que presenta mayores índices de violencia de género: casi 60% de las mujeres la ha padecido en alguna de sus manifestaciones. De acuerdo con datos ofrecidos por ONUMUJERES, tres de cada cien mujeres que acuden a denunciar son asesinadas en represalia. ¿No es aterrador?

Según las estadísticas vitales de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (de principios de marzo de 2016), en los tres años de gobierno de Enrique Peña Nieto 6 mil 488 mujeres han sido asesinadas en el país, es decir, en promedio seis cada día. De ellas, 1 mil 117 son niñas y adolescentes de entre 0 y 19 años de edad, lo que representa el 17% del total de mujeres víctimas de homicidio en territorio mexicano.

Para documentar aún más nuestro pesimismo, de acuerdo con la organización civil Católicas por el Derecho a Decidir, durante la primera mitad del gobierno de Felipe Calderón (2007-2009) se registraron 4 mil 433 feminicidios en trece estados mexicanos y 3 mil 976 desapariciones forzadas tan sólo en el último año y medio. De éstas últimas, el 51% fueron mujeres entre los 11 y los 20 años, lo que indica que este delito está directamente relacionado con la trata de mujeres, asevera esta organización. Un simple ejercicio de comparación nos revela que con Peña Nieto hay un 46% más de mujeres asesinadas.


No, señores, el feminicidio no es un crimen pasional, como lo califican algunos medios de comunicación, tampoco es una situación que provocan las mujeres (“se lo buscó”, dicen algunos). No, no es un simple homicidio. Medítenlo.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Mujeres y Revolución mexicana


Ya fuera como periodistas, escritoras, enfermeras o conspiradoras, incluso vendiendo sus bienes materiales para sostener el movimiento revolucionario, la participación de las mujeres en la Revolución Mexicana fue amplia y valerosa.
Gracias a una investigación elaborada por Lorena Hernández Reyes, de la Universidad Autónoma del Estado de México, hoy conocemos los nombres de numerosas mujeres que arriesgaron todo por un ideal.

Periodistas y escritoras fuera de serie
Las periodistas formaron parte de un grupo de mujeres sumamente activas en lo político y social. Fundaron periódicos de oposición al régimen y en defensa de las clases desvalidas. Como ejemplo están:
  • Juana Belén Gutiérrez de Mendoza dirigió el periódico Vésper, consagrado a defender a los mineros y a combatir la dictadura.
  • Guadalupe Rojo viuda de Alvarado, directora del periódico Juan Panadero (periódico difundido en Guadalajara y después en México), fue presa en la cárcel de Belén por defender a los campesinos de Yautepec.
  • Emilia Enríquez de Rivera, “Obdulia”, sostenía ideas renovadoras en la revista Hogar; mientras que Julia Sánchez, “Julia Mata”, lanzaba violentas críticas a la oligarquía en El látigo justiciero.
  • Desde la sierra de Guerrero Dolores Jiménez y Muro, fue coronela redactora del Plan Político y Social. En este documento —escrito por revolucionarios de cinco entidades de la República— se desconoció el régimen Porfirista.
  • María Hernández Zarco se hizo notable porque en 1913, cuando todas las imprentas de la capital se negaron a imprimir el discurso del Senador Belisario Domínguez —en donde condenaba el régimen de Victoriano Huerta—, ella lo hizo a escondidas, por las noches, en el taller de Adolfo Montes de Oca, donde trabajaba.
  • Hermila Galindo, de Ciudad Lerdo fundó la revista Mujer moderna y solicitó el voto femenino al Constituyente de 1916; también hizo propaganda a favor de Venustiano Carranza.

Conspiradoras que lo arriesgaron todo
En los complots, paso de armas, correos y difusión de noticias, nadie como las mujeres de la familia Serdán. Sobresalieron Carmen Serdán, hermana de Aquiles; Carmen Alatriste, su madre; y Francisca del Valle, su esposa; también se involucraron Guadalupe, Rosa y María Narváez, quienes coordinaron las operaciones en el estado de Puebla, imprimieron y repartieron proclamas, así como distribuyeron armas, para luchar contra el régimen de Díaz. Carmen Serdán y las hermanas Narváez fueron las primeras colaboradoras del movimiento precursor; después, participaron como orientadoras ante la dispersión originada por el asesinato de Serdán y trabajaron en la distribución de armas, correos, noticias y órdenes.

Asociaciones femeninas y sindicalistas destacadas en la revolución
Numerosas mujeres fundaron clubes liberales y antirreleccionistas, y mantuvieron el espíritu de lealtad a la democracia y protesta contra la usurpación Huertista. La profesora María Arias Bernal organizó el Club Lealtad, junto con Dolores Sotomayor, Inés Malváes, María Elvira Bermúdez y Eulalia Guzmán. Aparte de defender a los presos políticos y difundir noticias y propaganda, todas las semanas organizaban manifestaciones ante la tumba de Madero y Pino Suárez.
Mención aparte merecen las mujeres que fundaron en 1906 la Sociedad de Empleadas de Comercio, ellas son precursoras del sindicalismo. Sus actividades fueron principalmente asistenciales: fundar academias de comercio, de música, un gimnasio, una caja de préstamos a socias enfermas. Estas precursoras tienen nombre y apellido, entre ellas Isabel Díaz de Pensamiento, Anselma Sierra, Carmen Cruz, Margarita y Guadalupe Martínez y Lucrecia Toriz.

Dos Coronelas bien fajadas
Carmen Alanís se levantó en armas en Casas Grandes (Chihuahua) y participó en la toma de Ciudad Juárez con 300 hombres a su mando.
Juana Gutiérrez de Mendoza y La China comandaron un batallón formado por las viudas, hijas y hermanas de los combatientes muertos.

¡Viva la Revolución mexicana! ¡Vivan las mujeres!